Qué pasó?

Vengo con un Karma de desamor al que le estoy haciendo la guerra.
(y pienso ganar)
Salgo de una reunión en donde estuve meditando por más de una hora, en un estado de armonía y también, si, de alegría. Alegría porque si. De vivir.
Me cruzo vuelta a casa con una vecina que siempre nos cruzamos. Ya da risa.
Juro que nunca me crucé tantas veces con un vecino!
Debe tener un por qué y un para qué.
Estoy en la cuadra de mi casa y de pronto caigo en la cuenta que en medio de mis saltitos de armonía y una sonrisa desnuda y permitida, hay un despliegue policial de la gran ostia. Coches, policías, una ambulancia. La gente parada en la calle, los autos que no los dejaban seguir y debían retroceder. Y un gran silencio.
Pensé, esto fue un asalto?
La gente no miraba como quien mira Crónica TV. No era algo sensacionalista. Eran miradas de miedo.
Le pregunté a un hombre…
-Qué pasó?
Y el me contestó…
-Acaba de matarse alguien.
-Qué?
-Si, se suicidó, aparentemente.
-Lo siento… Era una mujer o era un hombre?
-Un hombre.
-Se lo llevaron?
-No. Está ahí; se lo están llevando ahora.
…………
………………
……………………
(no respiré)
Seguí caminando hasta llegar a mi casa, sin mirar ahí.
Sentí dolor, tristeza y también impresión y miedo.
Si supieran todo lo que contienen mi mente y mi corazón en esta etapa de mi vida…
Hoy en terapia me di cuenta (de hecho no puedo creer que esté yendo a terapia, yo odiaba eso!), el caso es que descubrí que lo que me está pasando ahora con el desamor es una situación repetida. Una situación que viví años atrás y que recordé tanto que me dio miedo de mi misma y hasta sentí vergüenza. Pensar que en aquel entonces llegué a estar tan sin mente que hasta volví loca a mis padres diciéndoles que iba a matarme y un montón de cosas horribles.
Eso no ocurrió, está claro y me fui a vivir sola y empecé a meditar y todo cambió para bien.
Avancé.
Es cierto que me daba miedo volver a enrollarme en una nueva historia pero todo lo demás estaba mejor.
Pero hoy comprendí lo mucho que lastimé en aquel entonces a la gente que me quiere y sentí tanto dolor y también una gran toma de conciencia que al volver de terapia, llamé a mamá y le pedí perdón por lo que había pasado hace más de 2 años.
Hay que pedir perdón. Hay que decir te quiero. Hay que hacerse cargo.
Después pasó que me fui a meditar y ahí pensé mucho en X, pongámosle X, y pensé en que ya basta de llamarlo, ya basta de esperar, ya basta! Que él no está bien, evidentemente, y que hasta que no trabaje consigo mismo no va a poder estar bien con nadie, no va a poder estar con nadie sin lastimar. Y que en verdad deseo su felicidad. No me importa que ya no esté conmigo. Quiero que sea feliz. Lo deseo con todo mi corazón.
Y vuelvo a casa, y me cruzo con la vecina y llego a mi cuadra y…
(ahora me quedo muda, quieta, no puedo tipear)
El hoy regresa a su lugar y este hombre ha muerto.
Son tantos los sentimientos dentro mio y las conclusiones a las que estoy abordando que todo esto se hace algo difícil de explicar…
El caso es que decidí el domingo abrir este espacio y escribir.
Escribir de hoy, del pasado, hasta de lo que en detalle olvidé.
Escribir, a corazón abierto.
Mezclando el orden de los textos y los tiempos en que fueron escritos y escribir nuevos.
Es una necesidad de plasmar lo que pasó y de ver cómo sigue todo esto.
Sincericidio.